sábado, 25 de mayo de 2013

LA ESPERA DEL SEÑOR K DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ

El señor k sufrió la repentina muerte de su madre , cuando apenas iniciaba su precoz vida laboral . Lamento profundamente la partida de su madre , que murio joven con aspecto de anciana . El señor K soñaba con ser dramaturgo y escribir espléndidas obras de teatro  y solamente tuvo que conformarse con ser un asiduo asistente a la funciones de un pequeño teatro perdido en el mapa . El señor K , odia la espera , realmente las detesta con toda su alma . Esperar es como una pequeña antesala al infiernillo . Es ver como las manecillas del reloj estalla antes que apunte a las doce del día . El señor k un día leyó  la metamorfosis y no queria terminar siendo un pequeño insecto aplastado por la miseria del mundo . Odia con fuerza que lo hagan esperar . Un día el señor K camino por los campos de rosas de su fallecida madre y decidio comunicarse con sus primos que vivian en al sur del mundo . Le escribió una carta llena de amabilidad y de buenos modales con la esperanza de recibir una encantadora respuesta de partes de sus primos  . Esa respuesta jamás llego . Espero las cuatros estaciones del año . Navidades y año nuevo . El buzón del correo de su casa siempre estaba vacio . Nunca llego la respuesta y el señor K , opto por ignorar profundamente a sus primos. Lo declaro muerto , en un funeral imaginario con un entierro imaginario . Continuo con su vida de mal pagado pero él siempre albergaba la esperanza de tiempos mejores y que una gran bolsa de oro cayera sobre sus hombros . A veces caian algunas monedas de oro  que le inflaba el pecho de alegría . El señor K un dia conoció a una bellisima dama y la invito a tomar un café .  Él la espero pacientemente en el café  , mirando el reloj a cada instante . La espero y trato de  no caer en cólera  . La bella dama llego una hora tarde acompañada de una poca agraciada amiga . El señor K fingió ser amable con ambas damas , pero después se levantó de la mesa y corrió como un atleta furioso por las calles de la ciudad . Olvido a esa bella dama y busco la compañia placentera de mujeres reales con rostros reales . El señor K construyo un enorme puente para respirar toda la poesía del planeta , pero no tenia la paciencia de levantar las cuerdas del puente . Intentaba comunicarse con otros fantasmas remotos con la esperanza de espantar la enorme soledad de su existencia . El señor K enviaba señales de humo que a veces eran respondido con rostros simpáticos y a veces con palabras hirientes . Él  ya no sentía dolor cuando le lanzaba piedras calientes sobre su rostro . Una tarde el señor K decidio romper ese puente y planto un árbol en su jardín de los arenales .