martes, 4 de mayo de 2010

YO NACÍ UN DÍA EN QUE DIOS ESTUVO ENFERMO DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ .



Los últimos días de mi adolescencia fueron realmente tristes . Nunca había experimentado tanto dolor al grado máximo y fue la primera vez que le di vuelta la espalda a Dios . No podía entender tantos golpes , uno tras otros . Tanta decepción finalizando mi etapa de enseñanza media . No tenia claro que rumbo iba a seguir . Sentía una angustia tan grande y no tenia ganas de nada . Todos los días me levantaba temprano para ir al liceo . Cruzaba la mitad de Santiago con el recorrido de la micro . Con frío y calor , tenia que estar en mi horrible liceo público . Era algo que no me gustaba . Mi madre con una paciencia infinita , me levantaba todas las mañanas y me acompañaba al terminal de la micro . Yo iba y lograba sacar algunas buenas calificaciones , que en el fondo no representaba nada para mi . Lo único que tenia claro que deseaba armar mi vida de adulta en Santiago , pero el destino tenía preparado algo distinto . Los días pasaban con mucho tedio y veía el rostro de mi madre con una pena infinita y demasiado arruinada para una mujer que tenia apenas cuarenta años . Nunca la vi contenta , nunca la vi hermosa . Siempre estaba triste y con una gran decepción hacia la vida . Los sueños que no se cumplieron . Sus deseos aspiracionales que nunca se hicieron realidad . Su rostro cansado , que alguna vez fue hermoso . Mi madre fue hermosa en el esplendor de sus veintes años , pero ya se eso no quedaba nada . Alguna vez fue modelo de algunos artistas plásticos , por su rostro moreno y desértico . Solamente quedaron algunas fotos que guardo como reliquias . La miraba y sentía pena . Ella a veces preparaba la tina con agua caliente para que me bañada . Me quedaba horas en la tina , era mi refugio y desnuda me imaginaba la vida que mi madre siempre soño . Mi mamá era una mujer conservadora , que pensaba que la felicidad de una mujer era ser la perfecta dueña de casa , como de los comerciales . Soño con la casa , los hijos y el jardín de rosas . Ese jardín de rosas que la vida le regalo en sus últimos meses de vida . La casa estaba llenas de rosas rojas y amarillas . Mi madre la cuidaba y la protegía como sus hijas . Pasaba tardes enteras observandola y a veces conversaba con las rosas . Solía leer la biblia en el jardín y soñaba con esa casa propia tan esquiva . Ella creía mucho en Dios y dibujo en su biblia una casa con un jardín . Ella solía escapar de la vida doméstica con sus amigas y lograba tener algunos momentos de felicidad . Ella pensaba que lo peor que le podria pasar a una mujer es estar sola , pero mi madre siempre estuvo sola . Nunca la vi sonriente , y solía celebrar sus cumpleaños con sus amigas . Ella amaba las tortas y esos pequeños detalles burgueses . Siempre estaba triste y rara vez conversaba conmigo . Le molestaba que no estudiada lo suficiente y no lograba entender como sacaba buenas notas . No le gustaba que saliera mucho . Cuando lograba tener algún dinero iba sola al cine , me recordaba el personaje principal de la película de Allen " La rosa púrpura del Cairo " . Todo era una fantasía que duraba un par de horas y de regreso a la dura realidad . Ella pensaba que solamente Dios le tenia preparado este destino tan triste . Nunca la vi radiante , y ni siquiera en los últimos días de vida . Nunca imagine que su muerte seria tan cruel . Nunca imagine que a mis 18 años , tendría que enfrentar a la muerte . La muerte comenzo a rondar en mi casa , por la tristeza permanente de mi madre . La muerte llego como una invitada no deseada , en la cocina donde las ollas siempre estaban frías . No existía el calor de hogar y la chimenea siempre estaba encendida . Mi madre miraba el fuego . Miraba las brasas como saltaba en el invierno en Santiago . Las rosas florecian y ella a veces sonreía . La muerte marco presencia cuando la luz se cortaba y no quedaba leña para la chimenea . Recordaba esa cómoda enorme como un mueble medieval , en el cajón de mi madre , siempre habia poca ropa . Ella usaba una falda de flores y aún tengo un trozo de esa falda guardada en mis recuerdos . Sus blusas eran blancas y su rostro esta con esa pena infinita . Ella me contó un hermoso cuento , un cuento bellisimo , el último fin de semana de su vida . Ella estaba acostada en su cama y su cabellos blancos relucían . Me hablaba de un castillo en el desierto , de una vértebra perdida en los arenales . Su casa perdida en las barriadas , de mi abuela como una matriarca dominada por el quintral . De sus hermanos y de ese hermano que nunca llego al mundo . Me contaba de esos sueños que tuvo desde niña y de su amor a las rosas y los caracoles . Su fe ciega en Dios y los cánticos de las iglesias . Sus lecturas de novelas románticas y de su fe en un destino distinto . Soñaba con esa casa grande , blanca y llenas de rosas . El último domingo de su vida , estallo su pena . El corazón se rompió en dos frente a mis ojos . Sus gritos de dolor que hizo despertar a las rosas . El golpe del martillo de la muerte que golpeo mi cabeza . Mi madre gritaba de dolor y mi Padre busco auxilio , era demasiado tarde . La señora de la higuera asomo por mi ventana . El día paso y escribe en su cuaderno rojo , el corazón estallo en mil pedazos y mi vida se partió para siempre como un barco en un naufragio . La noche cayó sobre Santiago y dormí por primera vez en su cama . El reloj marco las tres y media de la madrugada , cuando desperté con una pena grande .Se estaba armando su tumba cerca de los arenales . La vida se apago para ella , como la última vela que alumbro el camino de las rosas .
El espejo se hizo triza y las rosas se secaron para siempre .