domingo, 16 de mayo de 2010

LA PERMANENTE ANGUSTIA DE VIVIR EN PROVINCIA DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ .


No es la esperanza
de una cáscara de nuez
navegando hacia las aguas furiosas de mis ambiciones
entre copas y papel rumiante .
Es el golpe de una piedra sobre mi ventana ,
el resplandor de los carros fatuos .
Es el fuego inexistente
en las calles miserables
de un pueblo enterrado
en el dolor de la indiferencia .
Es la fuerza de tomar una maleta
y sacudir ese fuerte aburrimiento del letargo
de una tarde de convento .
Es asumir el descontento
de no asistir a esas fiestas venecianas
y despertar de un sueño de un cadáver exquisito .
Es el aullido de los perros ,
en los moteles de mala muerte ,
tomando el látigo
para sacudir el dolor de vivir en la provincia de la desolación .