miércoles, 14 de abril de 2010

ESA MESA MISERABLE DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ .



Esa maldita mesa llena de cachureos , papeles , lapices , madera y bolsas de té gastadas . El enorme televisor sobre la mesa y esos desayunos horribles , donde no se puede poner una sola taza en orden . Esa mesa maldita siempre sucia y sin mantel , con ese plástico tan propio de la vulgaridad de la extrema pobreza . Tantos años vieron esa mesa es tan espantosa como las mesas de vidrio tan común entre las familias de clase media . Siempre esta llena de bolsas , cajas , alfileres , tijeras , agujas , pegamento , libros , revistas , pan a medio comer , queso y el televisor . Me dan ganas de lanzar ese televisor lejos , parece un elefante blanco en medio de la mesa . Lo detesto con toda el alma , eso de tomar desayuno vieron los aburridos programas de farándula en la mañana . La bolsa de té que se cae y no queda espacio para poner el pan . Cualquier intento de tener buenos hábitos en esa mesa fracasa . No se conoce la elegancia y el buen gusto . Un mantel es casi una utopía hogareña . Sueño con un mantel grande , blanco , bordado , perfumado , bordado con manos de monjas , sobre la mesa y unos platos finos con la mejor cuchillería . No es imposible aunque tenga ese mantel en mis manos y tenga el dinero para comprar la cuchilleria , es un verdadero espanto . La mesa es el símbolo de los años de frustración y de esos deseos no cumplidos . Una vez al año logro que esa mesa sea como la mesa de mis sueños , con copas y mantel blanco , servilletas bordadas y una enorme torta con mucha gracia . Un día vi una mesa mas espantosa que esta , en una casa que no parecía casa , que mas parecía una caja de fósforo en medio del desierto . Con un olor a grasa insoportable y ese mantel de plástico llenos de puntitos negros . La dueña de casa me ofreció un vaso de agua , en una habitación llena de mosca . Sentí un desagrado enorme y gentilmente se lo rechazó . No podía beber agua con la danza de esas malditas moscas en la habitación . Ese olor a grasa y mi ropa quedo hecha un desastre . Cuando volví a ver esa mesa , vi el rostro de la miseria y de la falta de oportunidades en la vida . No podía creer que esa mesa tuviera esa carga de dolor y de angustia . Cuando logro que este desocupada , siento un gran alivio . Me da esperanza de algún cambio en mi vida y cuando la veo llena de cosas , siento un profundo ataque de ira y con ganas de lanzar cada objeto sobre los muros . Amo las mesas grandes , brillantes , medievales , con las sillas impecables y un mantel hermoso . La luz que se refleja en la mesa y unas copas con un buen vino .