Se están construyendo las cartas
de la fortuna eterna ,
girando sobre los caminos de bueyes ,
desafiando la ruta cinco de mis sueños .
Bebiendo el vino con el sudor de los encuentros furtivos ,
en la oscuridad de una bodega .
En el silencio de la noche ,
estallaron las realidades virtuales .
Mis ojos ven el horizonte , en las torres de control
de los aeropuertos ,
llevadon a cuestas las maletas de mis grandes esperanzas .
Las cartas de los carros , la rueda de la fortuna y la sacerdotisa
me indica el camino de los baúles ,
llenos de hojas cósmicas ,
con las monedas de oro de los reflejos de las balas .
y los soldados se evaporan
con el canto del gallo al amanecer ,
y un caudal de sangre va llevando el soplido de las trincheras .
El comienzo de ese viaje desde el dolor de los silencios ,
en el sonido de la vieja tetera ,
bebiendo el té de los sueños azules en Londres .
Un aliento de fortaleza entra en mi escritorio ,
y el pasaporte arde en mis manos
como el fuego divino de los dioses del Olimpo .
El caminar de los gatos en mi alcoba ,
el silencio de los cazadores de la noche ,
y el retumbar de mi pecho ,
hace que mis poemas vuelan a miles de kilómetros .
