sábado, 30 de enero de 2010

EPILOGO DE UNA VENDEDORA DE UNA LIBRERÍA PERDIDA EN EL DESIERTO DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ .


Trabajar como vendedora de una librería me permitió descubrir un universo lleno de miserias , de gestos heroicos , de un sentido de enorme superación personal . Paciencia infinita . Practicar el virtuosismo del silencio . Invocar una sabiduría milenaria de mantener la distancia .Observar y escuchar cada cliente con sus derrotas y éxito . Sus preferencias literarias , sus héroes , sus santitos , sus envidias . Sus sueños de grandezas sociales y culturales . Los silencios perpetuos para caminar en la línea del poder . La soberbia de los libros llenos de polvos y ratas en la bodega del silencio de la librería . Las ilusiones destrozadas de lo que siguieron un derrotero literario , en algún momento de su vida . Las frustraciones de los creen en el sueño dantesco de ser un pequeño Dios . la soberbia de los que ganan en este vertiginosa carrera hacia el mundo de las páginas sociales , de las entrevistas , los quince minutos de fama . Ver publicado con sangre y angustia sus relatos tanto en poesía , cuentos , novelas . Carmen García esta presente en cada uno de los poetas , escritores , gestores culturales , socialitte cultural , que he conocido en mis 36 años de vida . Ser testigo de la vida cultural de mi ciudad , me dio la suficiente fuerza , arrogancia y orgullo de comenzar a escribir mi primera novela , para ser mostrada al mundo en permanente tela de juicio . No es una apología al arribismo . Ni tampoco el reflejo de mi vida . Es sencillamente todas las batallas , luchas internas digna de un duelo de esgrima para salir adelante y los sueños se hagan realidad .