Un ángel con el báculo de las buenas intenciones .
en el cuerpo de las cicatrices de un mendigo ,
que cuentas las escasas monedas ,
de esas pequeñas luciérnagas .
Es el pasillo de las calles de los mecenas ,
sobre el vuelo de esos pinceles furiosos .
Es el retrato de la joven con perla ,
por el estruendo de los barcos ,
los aromas del Oriente ,
anclada en el puerto de sales .
Un ángel con el báculo de las buenas intenciones ,
en el mirar de las palmas de las manos ,
de esa dama renacentista en el silencio de un monasterio .
Las alas de ese ángel estallo en las confesiones de las rejas
de los reyes de los castillos en un bosque perdido .
Las hadas levantan templos en el nacimiento de una princesa guerrera ,
en el dolor de la miseria del mendigo ,
en el frío atardecer en las calles de Florencia ,
en el circulo de lo alto de una cruz ,
en el dormir sobre almohada de piedra ,
en la sequedad de ese plato vació .
Las hadas lanzan conjuros en la vértebra de la princesa guerrera ,
creando mundos nuevos ,
en el mapa de ese viajero de Venecia ,
con el canto de los emperadores ,
en las carreras de los caballos ,
viendo el cuadro de la dama de armiño .
Un ángel con el báculo de las buenas intenciones ,
camina por las calles de Florencia ,
en el despertar de la princesa guerrera ,
junto con el huero de los mecenas ,
en el ultimo aliento del mendigo ,
por la entrada de la ciudad prohibida .
