jueves, 9 de julio de 2009

LA TARJETA DE LA FORTUNA DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .


En aquel cuarto sucio , mal oliente , con tarros de cervezas , y con un leve aroma a marihuana que invadía el ambiente . Sobre el velador cerca de la cama , la última novela del viejo maldito de Bukowski . Me gustaba leer en voz alto algunas lineas de los relatos del viejo , mientras hacíamos el amor , con el olor de los tigres , rasgando las sábanas , y sintieron el sudor de nuestros cuerpos . Sentir tu pecho demasiado lampiño para mi gusto . El aroma de ese olor propio de la típica ducha en la mañana y un perfume barato comprado en la farmacia de turno . Sentir las sábanas mojadas después de aquel intenso orgasmo . Sentir que el universo que si el universo es realmente mío . Guardaba tu imagen en mi agenda .Especule bastante de ti . Aquella tarde memorable donde libere todos mis demonios . Era la delicada venganza de tu permanente indiferencia . Tu rostro perfecto . Esas pestañas casi femenina , y aquella barba que recorrió mi cuerpo , como el aleteo de un abanico .
Nuestras miradas se congelaban por un minuto y opte por ver el tono brillante de tu colección de compact , en el rincón de la habitación . Cuando el sol decayó sobre la ciudad , y sentí tu mano sobre mis pechos rosados y la caricia que por tanto tiempo espere . De aquella que te vi en la calle corriendo de un lado para otro . Tu perfecto , pulcro , con aquella camisa blanca que acostumbra usar en el verano . Pero te tuve desnudo con ese cuerpo poco habituado al gimnasio , mas no podía pedir . Te devuelvo el gesto besando tu espalda lentamente hasta llegar al limite . Lentamente nos levantamos de la cama y nos ponemos de pie . Alcanzaste en tu velador la última novela de Bukowski , comentaste - Como daría ser como el viejo maldito - , se le repetía a tus amigos en el bar de siempre , cuando las luces del boliche liberaban aquel animal nocturno que hay en ti . Mientras te viste rápidamente , aun queda en tu ropa el olor de esa noche de juerga , donde te lo bebiste todo . El aroma de mi fuerte fragancia , mas que el tuyo . Sacaste de tu billetera tu tarjeta de crédito para aspirar aquel polvillo maléfico . Son muchas las imàgenes que te atraparon , cuando tome valor , como una gata en celo , no me importaba nada . Al revisar minuciosamente tu billetera , cae aquella brillante tarjeta de papel couche , con la letra grande y roja , donde leíste entre lágrimas " WELCOME THE CLUB BABY " -
Tu rostro quedo petrificado . El reloj se detuvo justo cuando marcaba las nueve de la noche . En las afueras los gritos de una protesta . Miraste fijamente ese reloj , y te recostaste en la cama desordenada , leyendo ese libro de Bukowski . Yo sentada en el suelo desnuda , con mis pechos redondos , me acerco a ti lentamente , te miro a los ojos , y abro el cajón para entregarte esa pequeña caja milagrosa y sentir que pude vengarme delicadamente de ti . en la forma mas macabra y seductora , entregándote la tarjeta de la fortuna .