El ángulo perfecto del espejo
que se enclavo en las esquinas esquivas
de las tintas de los tabloides
y surgen como demonios desafiantes .
La toma fotográfica
que se balancea en las ramas quebradizas del poder .
Donde el polvo de la miseria
es barrido por el aliento divino ,
que traspasan las barreras de las
butacas negras ,
que presenciaron el teatro épico
de aquella historia interminable .
Que es tatuada en aquellos anaqueles ,
donde el torbellino de ideas ,
entra en la mente de un poeta ,
para olvidar aquel delicioso espectro ,
que entra como una película
de medianoche
en la humedad de las calles .
UN POEMA DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ
