miércoles, 28 de enero de 2009

SUEÑO REFLEJADO DE ALBERTO NAVERO .


Era una vieja costumbre para dormir .
Dijo que huìa de la soledad como yo
y que todo tenìa un final :
estoy en la puerta de la nada ,
bordeando caminos sedientos
y piedras indiferentes ,
sordas ,
y la hierba
y la nada otra vez .
El frìo necesario
anuncia lluvia de madrugada
y cortarà a jirones la noche .
No... no puede ser :
me resisto a caer de los espejos de la calle ,
El tiempo no cae lento de mis bolsillos .
SELECCIÒN DE TEXTO MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .

domingo, 25 de enero de 2009

PARA CANTAR / UN POEMA DE JORGE TEILLIER



Los caballos se detienen.
Los belfos de los caballos desordenan el agua
y mezclan el rostro de las hojas .
Hemos llegado cerca de un pueblo .
La niebla rodea casas que apenas existen .

Viajemos , antes que las aves
den comienzo al verano ,
cuando vuelvan al estero
en busca de su olvidada imagen .

Vamos hacia un lugar que no conozco ,
pero cuyo reflejo me permite vivir .
El camino se pierde en la niebla .
Vamos , lento trote de caballos ,
el agua aún no se escurre de vuestros belfos .

Viajemos , antes que las aves
de comienza al verano ,
cuando en el estero encuentren
su antigua imagen olvidada .


SELECCIÒN DE TEXTO MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .

MIRO AQUELLOS ÀRBOLES DEL BOSQUE .


Miro aquellos árboles del bosque .
Esos frutos secos por el llanto de una niña ,
por los vidrios destrozados por el aliento siniestro ,
que hizo estallar ese esqueleto
arrinconado en el cuarto oscuro del mal .
Una corte de bufones danza en la coronación
del príncipe que juega a la guerra
con los soldaditos de plomo cerca de la chimenea .
Afuera la tierra húmeda después de la lluvia ,
recoge aquellos frutos maléficos ,
en los vidrios que son llevados por el rió ,
en las cortes de bufones ,
en los soldaditos de plomos
derretidos en la mano del príncipe ,
que hizo pulverizar aquellas piedras
de los juegos del jardín de esa niña
que corre hacia el bosque
para sacar los frutos de los árboles .
En el resplandor de las calabazas ,
con el silbido de las hojas candentes .
Es el silencio sepulcral en el panteón
por el padre ausente de los sueños eternos ,
en el dialogo sin sentido , ni brújula ,
en el llanto de una niña ,
por el espejo del carrusel de los años perdidos .
Fue el momento en que el universo estallo ,
en la mirada de ese príncipe claroscuro ,
en el llanto de ese carrusel de la desdicha .
MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ

viernes, 16 de enero de 2009

LA PEQUEÑA GUERRERA



Pucca me encanta . Es una guerrera para enfrentar la vida y no le teme a nada y nadie . Ella es pequeña , divertida , osada , atrevida , distinta , y en su rostro esta el encanto de volver a la infancia , donde el mundo giraba en la escuela , la merienda en la tarde , la colecciòn de laminas de albumes y todo aquello que fue de un tiempo pasado, que ya no volvera .


MARIETTA MORALES RODRIGUEZ

viernes, 9 de enero de 2009

EL ESPÌRITU QUE SOBREVUELA EL DESIERTO .


El espíritu que sobre vuela el desierto ,
en una avioneta de los hojas del árbol de la cientologìa .
Ese desierto donde las serpientes dibujan el cìrculo de las cabras negras ,
que tapizan esas raíces de furias .
Es el conjuro de una sacerdotisa
que se posa sobre el vientre de una bestia escarlata ,
lanzaron maldiciones
hacia los reinos de castillos perdidos ,
de esas guerras eternas
sobre las siete cabezas ,
de esos siete reinos ,
que son sacudidos por el ojo del huracán ,
de la arquitecta de la miseria .
Son las ciudades desoladas ,
por los ecos de los diez cuernos ,
por el campo infertil ,
de esos bosques de esperanza ,
que se consume en el ritual de la suma sacerdotisa ,
que edifica esos alientos que hacen rodar
los papeles de la Inquisición .
Son siete cabezas que cuelgan
sobre los siete montes del Olivo ,
en la mirada de esos juegos macabros .
MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ

EL ESPEJO DE DOS CARAS


Es la fiesta fatua
de esa Cenicienta
que salta las ramas del poder .
Las calabazas alumbran
el camino pavimentado del averno .
La danza del picaflor
que inicia el carrusel
de los focos fotogràficos
que encadila
las esquinas del cambio del semàforo .
En el frìo callejòn
una ancianan cuece castañas
para paliar el frìo en la penumbra
de los pies descalzo ,
del sonido de las campanadas
de la dama de la muerte
que lanza agujas
en el foco evaporado .
MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ

YO NACÌ PARA LEVANTAR TEMPLOS DE ÀRBOLES.


Yo nací para levantar templos de árboles ,
en el mar de hojas rojizas
y elevar sobre el campo las ramificaciones universales ,
sobre los altares de los dioses .
Caminar sobre el madero de la cruz ,
de esos Viernes Santos .
Elevar puentes levadizos ,
sobre las cabezas de los muertos .
Encender el fuego ,
en un fogón chamànico ,
sobre la luna carcomida
sobre la riel en el desierto .
Recostarme en una cama de trigo
y ver aquellos secretos de los montes .
Ya nacì para navegar
en un mascarón de proa ,
lleno de ambiciones ,
con un torrente de sueños fragmentados .


MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ

LA PEQUEÑA DE LOS CASTAÑOS DE GOUDA .


Esa pequeña de los castaños de Gouda ,
por el arma de los quesos de los campos .
donde los tulipanes desafían
los atardeceres en la lejanía
de los versos que se escriben
en el silencio de la noche .
Descansa esas alas fràgil
navegando en los papeles
de esas cartas amarillas .
En el juego de los niños
con las argollas brillantes ,
en el reflejo de las aguas ,
en los bosques encantados .
El hada de los deseos donde
el cántaro estalló ,
en la mirada de la pequeña
de los castaños de Gouda .
MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ

miércoles, 7 de enero de 2009

viernes, 2 de enero de 2009

LAS CALLES DE LA CIUDAD ESTÀN LLENAS DE MISERIAS .


UN POEMA DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ


Las calles de la ciudad estàn llenas de miserias
de esos años donde el aluviòn arraso con los miserables ,
en la tabla de salvaciòn ,
en la mirada de un perro furioso
en la entrada de una iglesia que celebra los cànticos
de un dìa de descanso .
Son los ecos de esa lluvia àcida sobre las calles hùmedas
de los llantos de los niños que danzan sobre los cordeles de la ignorancia .
Es ver las velas derretidas en la mesa de los puntos negros
en el mantel resbaladizos por ese pan ausente ,
en la mirada de una anciana que nunca bailo el vals de la esperanza .
Los perro van y vienen en una caravana de la muerte ,
por el silbido de los bares en la música de los ecos del país del norte .
La brújula de la intolerancia , esta apagada por las manos carcomidas por el sol
en la sequedad del lagarto al lado de las industrias explosivas .
Son los muros que se tiñen por el humo de esas conversaciones vacías .
En las pancartas de la propaganda de los que quieren tomar las bolsas de monedas de oro ,
para contar la historia llena de intrigas en el palacete de un buitre
que hace estallar los basureros en la ciudad de las tinieblas .
Las cartas van y vienen como fantasmas pequeños de un galeón abandonado
en la suerte de los autos de los gitanos con su rostro sucio por el baile de la escoba .
La ciudad se esta rompiendo como los hilos de un mino tauro
en los laberintos de la miseria interminable
por el llanto de los cerros donde la palabra de Cristo estallo
como las hojas negras en los techos de las villas miserables .

UN VIAJE POR LOS CAMINOS DE LA TIERRA.


UN POEMA DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ
Un viaje por los caminos polvorientos de la tierra
que se mueve por las caminatas de la entrega de las cartas ,
donde las pequeñas letras de un verdugo ,
aprieta la vèrtebra de esos sueños que se mueven
como las marejadas de esos barcos que colapsan
en el precipicio de las mentes llenas de arañas ,
que trepan por las ventanas de esos vidrios rotos ,
por el silabario jamàs aprendido .
Es el retorno de esos arenales de furia ,
donde Jesùs estalla en los cerros hirientes
por la mirada de esas ancianas con bastones .
El sonido de los ratones ,
en las calles sin nombres , sin esperanzas.
Es el torrente de agua en las tardes calurosas
en la predica de los sermones ,
por aquellos àngeles de rostro curtivo
por los vientos de los pètalos de las flores del cementerio .
Los perros caminan como pequeños señores feudales
en los tronos imaginarios de las calles polvorientas ,
por la entrega de esas cartas opresoras .
MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ