UN POEMA DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZUn resplandor en la sala de cine .
El silencio en el comienzo de la pelìcula ,
sobre las sombras chinas del pasillo .
Es el canto de fuego de los arenales ,
en el camino de la alfombra roja ,
en la mirada de las estrellas de cine .
Es el ruedo de prensa , sobre la mano del desierto .
Desenterraste el pequeño universo de Hollywood en la aridez ,
de esas elegantes y silenciosas faros de una perdida salitrera .
El registro de la càmara de millones de historia ,
giran como brùjula en el universo .
El caminar sobre el costal de harina
iluminan los ecos de las imàgenes en las calles del mundo .
Un planeta donde no existe la desesperanza en el brillo de las copas ,
las luces de los reflectores ,
el sonido del clarinete de jazz .
El comienzo de ese cuento medieval ,
donde las doncellas desafían a los guerreros .
El silbido de tiempos mejores ,
con el aliento del viejo continente .
Un estruendo de felicidad en la ciudad mas extrema del mundo .
El silencio del caminar de los perros ,
en las calles polvorientas ,
en los muros arañado por la ira de la desperanza .
Fuiste la perfecta alquimista que lograste estampar el aliento de las grandes esperanzas ,
pero la señora de la daga de fuego te llevo a planetas luminosos
en los jardines de los hechiceros ,
que nos estremecieron en la pantalla del cine .
