miércoles, 21 de noviembre de 2007

ADIOS A UNA CIUDAD DESERTICA

Como se vive en una
ciudad desèrtica ,
entre marejada de furia ,
enclavado en esos cerros hirientes ,
donde la punta de un cuchillo
aprieta mi corazòn entre pùas .
Esas puertas giratorias
de los ecos de un barrio rojo .
El olor
de esos encuentros furtivos ,
en los anuncios de las calles .
Son los caballos
que desafian ese aire hùmedo ,
donde el aroma de esos seres
que renacen en los cementerios .
Es el corazòn de una poeta ,
en el poder de ese silencio permanente .
Son los relàmpagos de las calles de Barcelona ,
en la orilla de ese espìritu ,
en una ciudadela de los pàjaros noctàmbulos .
Es la raìz de un àrbol
en el corazòn de una poeta .
Yo bajo desde el àrbol de la muerte ,
navegando por esas hojas
de los sielncios ,
despuès de una fiesta de carnaval .


MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ